El viento frío azotaba contra la piernas descubiertas de cada uno de los jugadores, pero no importaba. La cancha no tenía la superficie completamente plana, pero no importaba. Tampoco importaba que la pelota no fuera la mejor, sólo había que jugar. Noche especial, a pesar del frío. La cuestión en juego era que el flamante equipo del Bondi Yakuza que venía invicto se enfrentaba al equipo de la banda que lo vio nacer: Pampa Yakuza -que hizo las veces de local en el club San Remo-
A priori la juventud y el buen pie de los miembros del Bondi Yakuza, tenía que pesar. En la cancha fue otra cosa. Al mando del "Loco" Ariel Viale, Pampa Yakuza era un violín: toque, orden, de vez en cuando un chiche, pero por sobre todas las cosas contundencia. La visita no hacía pie en la cancha: desordenados, nunca marcaron como correspondía los contragolpes que fueron característica del juego de los Pampa. Dos puntos clave: la solvencia de Gustavo Vitale en el arco -que sacó cinco disparos netos de gol- y la claridad de Adrián "Galle" Brunetto con el balón. Esos dos puntos fueron fundamentales para que los locales impusieran su juego y aprovecharan que el Bondi Yakuza no tenía arquero: un gol cada uno.
Uno, dos, tres, cuatro...la diferencia era cada vez más abultada. El marcador llegó a 8 a 0: Viale ordenaba el equipo del alambrado para atrás y los Yakuzas gozaban a su rival. Recién a los 25 minutos Leandro Sotomayor -alias "Lampalidece"- pudo descontar, pese a que Lucho Katz -que demostró sus dotes como definidor- marcó el 9 y el 10 a 1.
El DT abandonó el estadio con un espectáculo en la cancha. Quizá ese punto fue clave: Pampa Yakuza comenzó a sobrar el partido. Brunetto llamaba "Salcido" a Martín Ciraolo por sus remates de media y larga distancia que eran las aproximaciones más peligrosas hasta el momento, debido a que Lucas Panissa nunca pudo asociarse con el balón, mientras Chikirachi Pereira hacía esfuerzos sobre humanos para frenar las grandes embestidas del bajista Ricardo Jahni que sorprendió a más de uno. No obstante esos remates comenzaron a dar resultado: cuatro goles seguidos de Ciraolo, más uno de Pereira y otro de Lampa, dejaron el marcador 10 a 6 en favor de los locales.
La presión ejercida por los visitantes de a poco dieron sus frutos y Pampa solo apostaba a los pelotazos de contra para Katz que ya no tenía la misma precisión para definir. Sin embargo a la siguiente, Panissa venció a Vitale y achicó la diferencia. Sotomayor despertó de su letargo, y tras una pared con Funes dejó el partido 11 a 8 -Katz había aumentado previamente-
Como típico partido picante, no faltaron las jugadas polémicas ni tampoco un par de pataditas a destiempo. De todas maneras, el momento más importante -y quizás definitorio- fue cuando "Teeeeencho" Ciraolo clavó un derechazo al palo izquierdo de Vitale acortando a dos la diferencia. Sin embargo, Brunetto, Hernán Saravia y Fede "Yaku" Quiroga -de flojo partido- salieron a decir que la diferencia era de tres. El momento anímico que vivía la visita estaba en alza: remontar la situación adversa de 9 goles a tan solo 2 esperanzaban a los muchachos con la hazaña.
Nada de eso. Nada de eso, los locales hicieron pesar la localía imponiendo que el marcador era 12 a 9 -en vez de 12-10 - El golpe anímico destruyó las ilusiones al Bondi Yakuza que, tras dos jugadas extraordinarias de Brunetto (que encabezaba todos los contragolpes) le sirvió un gol a Jahni y otro a Katz -no recuerdo exactamente quienes fueron- hicieron inútil el descuento de Gonza "Fernet" López.
Cifras definitivas para una noche en la que Pampa Yakuza fue claramente superior y ganó. La visita supo reconocer la derrota. Su primera derrota. Derrota que duele, y más por lo pésimo que se jugó. Conclusiones varias para sacar de cara a la revancha, que debería ser el lunes entrante en el estadio "
Lucas Puma Galvan" donde el
Club Atlético Bondi Yakuza juega como local.
Informe: Martín Ciraolo
Nota del autor: No acepto objeciones sobre la crónica. Lo único que agrego fue que Lucas jugo "maaaaaal"