domingo, 1 de julio de 2012

"¿Por qué tiene que pasar esto?" - Crónica de un ascenso no apto para cardíacos.




Por Martín Ciraolo

El reloj detiene sus agujas, el tiempo se congeló. El aire no corre,  de pronto, todo es quietud. La respiración se contiene y el pecho se cierra, no se entiende demasiado. Y claro, no es para menos.

“¿Por qué tiene que pasar esto?” pensé y dije en voz alta, o grité, ya no lo recuerdo. Al borde del llanto por segunda vez, me tomé la cabeza y volví a mascullar entre lágrimas: “¿Por qué nos tiene que pasar esto?”

Eso, ¿por qué por segunda vez? La primera se dio tan solo 8 minutos antes: el “gordo” –como yo le digo, aunque él no lo sepa- Carboni, tras una guapeada de Adriancito Scifo la mandó al fondo de la red dejando a Tauber sin posibilidades. Treinta y nueve, casi cuarenta minutos, ya estaba. Chaca tenía que hacer dos goles, encima le echaban a Zaldivia. Se empañaban los vidrios, los sentidos se sensibilizaban al máximo y los cuatro años que llevábamos en la b metro por fin se iban a terminar.

Pero la historia de Chicago así lo marca: si no se sufre no vale. Y así a los 43 empató Tellas y otras vez se nos llenó el culo de preguntas. Sí, disculpen el improperio. Para ser más fino, un nudo profundo se interpuso entre la garganta y el corazón. Los minutos… qué digo minutos, ¡los segundos no pasaban más! “Vigliano terminalo por el amor de Dios!”

El recorrido fue muy largo. Mario Finarolli armó el plantel y a la fecha diez se tuvo que ir. Mario Francescini, gloria del club agarró el equipo y se hizo cargo. De estar dos puntos afuera del reducido, lo clasificó cuarto. Quilombos entre las barras, dos muertos, un presidente que tuvo que desaparecer de la escena. Y estoy dejando tantas cosas de lado. Tantas cosas de lado, que se estaban superando. Todo hasta que pasó eso.
Y digo pasó eso, porque ya terminaba cuando de un lateral llegó un centro al área que fue rechazado como tantos otros. Y del rebote salió un tiro al arco de vaya a saber quién, que fue a pegar en las manos del Cabezón Testa.

“¿Por qué tiene que pasar esto?” pensé y dije en voz alta, o grité, ya no lo recuerdo. Vigliano no dudó. Fue penal. Acá, en Japón y en el Congo Belga también, nada que reprochar. Pareciera un revés del destino, una nueva parada que había que superar. No puede ser. No puede ser que le pase al capitán del equipo: al Cabezón, ese que siente la verdinegra; ese que la tiene tatuada en el pecho; ese que juega con el corazón, con ese corazón de león que lo hace tan característico.

Del otro lado el delirio, a un paso de la salvación. Mientras estaba al borde del llanto, y esta vez de impotencia, de tristeza, de estar sintiendo como me robaban un juguete de mis propias cual niño de cuatro años. Al borde de un llanto producto de la desilusión; de ver como se derrumba el sueño de volver a la B Nacional cual castillo de naipes que se cae tras un golpe del viento. Ahí vi la película de los cuatro años en la B metro, del aquel descenso en la promoción contra Los Andes, del descenso a la BN con Tigre y todo lo que ahora no puedo describir porque no me alcanza el espacio.

“¿Por qué tiene que pasar esto?” pensé y dije en voz alta, o grité, ya no lo recuerdo. Era una injusticia. El de Chaca no entendía eso, estaba extasiado. Resurgían como el ave fénix. Estaban muertos y nosotros les dimos la vida. Les dimos la chance de la pena máxima, de un penal en el minuto 49 del segundo tiempo, de una final, en la que podías sepultar a uno de tus clásicos rivales en la categoría más fea del fútbol argentino como lo es la b metro.

Imagino que la pelota quemaba, pocos tienen huevos para agarrar una bocha que pesa 1000 kilos. Pensé que iba a patear el “Tomatito” Pena. ¿Se habrá cagado? Fue Toledo. Del otro lado, en el banco, Mario estaba al borde del llanto. Paneo por el sector de la mitad de la cancha y la Tv Pública lo engancha a Julito (Serrano) tirado en el piso, llorando. No puede ser, no se puede creer.

Me paré frente a la mesa. Papá estaba a mi derecha, como siempre. Como en la cancha, como lo era en su época en la República de Mataderos –hoy vacía- y hoy en la Mercado de Hacienda. Toledo miró el arco, espero la orden. El corazón que latía a 14000 pulsaciones por segundo, se detuvo.

Monllor elige su izquierda. Toledo también. La pelota pega en la mano izquierda, y cuando cae, Dani la agarra. Dani se adueña de ese balón. Dani no la deja ir. Dani no la suelta. La pelota queda bajo sus garras, bajo sus tenazas, bajo los tres palos que ya habían bajado las persianas.

Pegué un salto y empecé a llorar. Me abracé con papá y con mi hermano, que sufrió como nosotros pese a ser hincha de Racing. Pasini, dt funebrero, salía corriendo a festejar, pero se vio trunco cuando una montaña humana abrazaba a Monllor, ídolo de la tarde. El pecho seguía cerrado. No había rebote, ya había terminado todo. Habíamos vuelto a la B Nacional. Las lágrimas eran interminables, igual que la alegría.
Marie y Gaby me llevaron al corazón de Mataderos: Alberdi y Murguiondo, ahí donde esta El Cedrón. Ahí, con la gente. A abrazarse con propios y ajenos, con conocidos, con amigos, con todos los que sienten lo mismo por este club. Que en cada abrazo se sienta el abrazo de los que ya no están o de esos a los que uno no ve con frecuencia pero sabemos que a la distancia seguimos bancando la misma parada (cómo olvidarme de vos Pablo. Jorge vos también!) A cantar, a gritar, a festejar, a desahogarse, a emocionarse. A ver a los jugadores: al Cabezón, a Julito y al Gomito, emblemas de este plantel; al gordo, a Lemos que tiene cuatro pulmones, al paragua Cáceres, al Colombiano Ramirez, a Petro, Kuky, Castaño, a Banegas, Scifo, Lago, Alfaro, Bochi, Escudero, Vinaccia, Drago, Coronel, Barreña, a todos los pibes que están formándose y creciendo en el club y dejo de nombrar porque me voy a olvidar de alguno.

“¿Por qué tiene que pasar esto?” pensé y dije en voz alta, o grité, ya no lo recuerdo. Pasa porque Nueva Chicago es así, porque Mataderos es así. Porque esta inscripto en nuestro ADN, en nuestras entrañas. Es nuestra historia, nuestra idiosincrasia, nuestra filosfía de vida; nuestro estilo de vida. Si no se sufre, no es Chicago. El fútbol da revancha, y señores… Nueva Chicago la tuvo. Qué lindo que es el futbol, VIVA el FUTBOL! Gracias por otra alegría más, gracias Verde de mi Vida!

Nota del autor: Contra cualquier nota periodística, crónica o el género que más le guste, rompo con la regla básica de escribir en primera persona. Pero qué más da, ascendimos papá, no me jodas! 
Fotos: Glorioso Chicago.

lunes, 28 de mayo de 2012

El puntero de oro

APTRA le otorgó el Martín Fierro de Oro a la serie encabezada por Julio Chavez, quien emocionado recibiera su premio y dijera "me lo merezco". Como se construye sentido común desde la tele y como se sigue estigmatizando a los sectores sociales más vulnerables.


Por Martín Ciraolo


La verdad es que tengo solamente diez minutos, no cuento con más tiempo para redactar esto, de hecho la idea principal la tomé de una respuesta que ensayé en un post de facebook en respuesta a un embiste de dos o tres conocidos/amigos que se manifiestan a vivas voces opositores. Hace rato que no escribía para el sitio, pero lo de ayer a la noche me llamó a volver al ruedo.
Anoche APTRA le dio el Martín Fierro a "El Puntero", serie de la que no hace falta entrar demasiado en descripción, el título ya lo dice todo. Me acuerdo que me senté a ver el primer capítulo, y el personaje de Chávez hacía quilombo en la intendencia (le pegaba a alguien que no me acuerdo quien era y terminaba en cana) y para evitar que su mujer (Gabriela Toscano) no se fuera del barrio a bordo de un micro, convocaba a su gente a cortar una ruta y casualmente aparecían todos con banderas celestes y blancas al estilo La Cámpora. Y dije, "Uy, estos se fueron al re carajo". Después como pintan el personaje de Rodrigo de la Serna, otrora San Martín y protagonista de Contra las Cuerdas en Canal 7, donde el pibe no sabe hablar y es caracterizado según una construcción específica de sentido común, ese que en la jerga uno escucha decir: "cabeza". 
Y ahí el primer ejemplo, y de donde proviene mi pequeño ensayo. No es solo como construyen a los pibes de las villas o barrios humildes, sino como construyen estos barrios. Este ejemplo no marca agenda de como se lleva a cabo la vida cotidiana en dichos sectores de la sociedad, sino que directamente lo implanta. Construye ese sentido común del que la clase media en su mayoría y los sectores altos se apropiarán para luego seguir reproduciendo ese discurso, y no me quiero poner a hablar de Eliseo Verón y su teoría de la semiosis social. 

Aparte, ¿cuáles son las fuentes en las que se basa? No es más que la reproducción de su propio discurso, la intención de la construcción de su propio sentido común a través del cual llegan a decir que de ahí proviene la corrupción y la delincuencia. ¿Cuántos barrios recorrieron? ¿Con Cuánta gente se entrevistaron? ¿De verdad fueron a barrios como Villa Inflamable, Ciudad Oculta, Villa 20, la 31, la 1-11-14 y las tantísimas que hay en el conurbano o en el interior del país? ¿Cómo argumentan que en todos los barrios hay punteros o que todos los punteros llevan esa clase de vida y se manejan de esa forma en especial? No hacen más que estigmatizar  a los sectores más vulnerables.

Para ponerme más fino, debería teorizar demasiado y no tengo tiempo. Pero pasando en limpio, esa construcción de sentido común que crea "El Puntero" sobre estos sectores populares, no hace más que denostar a la gente que vive en barrios de ese estilo y no intenta marcar sino que establece de hecho que todos los barrios humildes operan de la misma manera. Si nos ponemos a clasificar a un programa de tv lo podríamos tomar como un signo: tiene condiciones de producción y reconocimiento en términos de Charles Peirce. Y por su parte, Valentin Voloshinov afirmó que la ideología -y me meto de lleno a hablar desde el marxismo- se transmite desde los signos. Si signo no hay ideología. Los estratos dominantes, en este caso el grupo Clarín, plasma su posición hegemónica e instala esta construcción sobre este tipo de barrios: así se escucha por las calles hablar de negros de mierda, de vagos, de chorros, etcetera, etcetera, etcétera. Y como decía Aníbal Ford, la televisión llega a todos lados, y hay sectores medios/bajos y bajos que estan lejos de esta realidad pero asimilan esto y pasa a formar parte de ese sentido comun del que hablo. "seremos pobres pero semiotizados" dijo Ford, en referencia a esto. 


Y como me dijeron, no es que uno se enceguece ante la posición de la corpo solamente. También escupí críticas sobre la construcción de sentido común que realizó la miniseria "Los Pibes del Puente" de Canal 7. ¿Pero que impacto tuvo? Ni cerca de construir nada. Acá es distinto, hablamos de algo que llega a gran escala. Premiado debió ser "El Paraíso", serie desarrrollada en una salita de una villa que mostraba el laburo de los médicos en esos sectores sociales. Después se llenan la boca hablando de libertad de expresión y de "la politización de todo". Acá no hay una connotación política, sino social y cultural también. Y sostengo mis "argumentos teóricos" al respecto para que no vengan a decirme que uno se fanatiza, y no solo no contesto desde la doctrina peronista sino que voy desde el marxismo. 

Concluyo, El Puntero apunta a una construcción de sentido común. Y lo interesante del caso es cómo sigue en vigencia el modelo de sociedad marxista, cómo se sostienen esa base y esa superestructura, aunque a veces se dan estadios en los que sectores de la sociedad no detectan esa bajada de línea, esa ideología que se pretende establecer desde sectores dominantes. En términos de Raymond Williams, "La «superestructura» es aquí toda la «ideología» de la clase: su «forma de conciencia»; sus modos constitutivos de comprenderse dentro del mundo. A partir de esta utilización del término y de la utilización que posteriormente se hizo de él es posible considerar la emergencia de tres sentidos de la «superestructura»: a) Las formas legales y políticas que expresan verdaderas relaciones de producción existentes; b) las formas de conciencia que expresan una particular concepción clasista del mundo; c) un proceso en el cual, respecto de toda una serie de actividades, los hombres tomen conciencia de un conflicto económico fundamental y lo combatan. Estos tres sentidos respectivamente, dirigirían nuestra atención hacia a) las instituciones; b) las formas de conciencia; c) las prácticas políticas y culturales." Y aquí el kirchnerismo irrumpe y toma ese papel desde la política, de generación de conciencia en determinados sectores. Y si quieren, otro día enumero cuáles son esos puntos desde los cuáles el kirchnerismo socavó ese sentido común establecido desde las coroporaciones mediáticas y los grandes grupos económicos, por hoy creo que es suficiente.


jueves, 5 de enero de 2012

Corridas subterraneas

El aumento del subte provocó corridas para ir a comprar tarjetas del tren bajo tierra. El macrismo, continúa defendiendo el "tarifazo" y podría hacerse de una caja de 200 millones de pesos. Además, el aumento sería considerado ilegal por no pasar por una audiencia pública.


Venía caminando por Avenida de Mayo y pensaba: "creo que en la SUBE me quedan 2.25, justo para tomarme el 8 Semi rápido", pero dudé. Claro, entonces estando a veinte metros de la estación Perú de la línea A se me ocurrió bajar a cargar la tarjeta como tantas veces lo he hecho.

La cuestión es que me encontré con una fila parecida a las que se juntan en el banco Nación a las 10.30 de la matina: llegaba hasta la superficie. Recorría toda la escalera, y las caras que se mostraban haciendo la fila muchas respondían con transpiración ante el calor proveniente de las profundidades de Metrovías.

Tenía tiempo y decidí ir hasta Piedras. La situación era la misma. Los empleados despachaban hasta 20 viajes, no más. Ahora bien, pensaba: ¿tanta diferencia se saca al comprar 20 pasajes? Teniendo en cuenta que el aumento es del 127%, evidentemente en esa cifra hay un ahorro de 28 mangos; más que considerable.

Ayer revisando algunos datos me topé con el blog Kalm Town que en su post De subtes y otras changas realiza el cálculo del excedente que arrojará el aumento de la tarifa: 795 millones de pesos. En la grandes ciudades del interior, los boletos de ómnibus son mucho más caros que aquí, o quizas podríamos decir que aquí continúa siendo barato. De todos modos el punto acá pasa por la rivalidad capital-interior sino por qué se hace con ese dinero. 

Una arista del análisis que podemos esbozar pasa por lo siguiente: si el gobierno de la Nación no quita en su totalidad el subsidio y lo reduce a la mitad (de 700 a 350 millones de pesos) eso quiere decir que podríamos considerar que hasta junio, Nación continúa aportando el 100% de lo que venía haciendo; de manera que el segundo semestre pasaría a ser 0%. De esta manera, inferimos que el valor del pasaje podría continuar siendo $1.10 hasta esa fecha y a partir de allí aumentar, pero a $1.50, como bien explicamos a continuación: 

"El subsidio anual era aproximadamente de 700 millones de pesos (http://tn.com.ar/politica/00078053/el-gobierno-porteno-informara-la-semana-que-viene-si-aumenta-el-subte) por lo que de suprimir el subsidio para que la empresa no quebrara estos 700 millones deberian ahora ser abonados directamente por el usuario. entonces vamos a dividir estos 700 millones entre la cantidad de viajes que existen en un año para ver cuanto deberia aumentar el costo de un viaje si TODO el subsidio tuviera que ser pagado ahora por los usuarios :
700.000.000/795.000.000 = 0.88 ... algo asi como noventa centavos por lo que de los $1.1 que cuesta ahora deberia pasar a $2.
Teniendo en cuenta que el estado nacional a traves del ministerio de transporte mantendra la mitad el subisidio es decir unos 350 millones, lo que deberia incrementarse cada viaje seria:
350.000.000/795.000.000 = 0.44 ... 45 centavos por lo que de $1.1 deberia pasar a $1.5 pesos el viaje."(*)

Pasando en limpio, el Gobierno Nacional quita la mitad de los subsidios al Gobierno Porteño porque tiene el presupuesto más alto del país y lo puede cubrir. A 350 millones de pesos por año, el aumento debería ser en junio y de $1.10 a $1.50. De esta manera el macrismo no se hace cargo de la guita y sí lo tienen que hacer los usuarios, aun existiendo $795 millones de excedente. ¿No es raro?


Mientras tanto, el aumento no pasó por audiencia pública -lo que convierte a este "tarifazo" en ilegal- y el Ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, sostuvo que lo primero que notaron al tomar el servicio 48 horas antes que existe un "evidente retraso de la cuota respecto de la inflación" y que al no tener partida presupuestaria tenían que complementarlo con el ajuste de tarifas. Aníbal Ibarra hace minutos declaró para Radio Nacional que "el marcrismo se haría de una caja de 200 millones o más". Mientras tanto, Grindetti dijo que "el aumento parece antipático, pero es necesario" (tal como titula en una de sus notas el diario Página 12) mientras los usuarios van a comprar locamente tarjetas de subte, especulando una vez más con sacar una pequeña diferencia.

Pregunta Final: ¿Cuántos de los que fueron a comprar desesperadamente tarjetas de subte votaron al PRO en las últimas elecciones? ¿Es temprano para arrepentirse?

(*) Kalm Town.

miércoles, 4 de enero de 2012

Aumenta el subte

Cortita y al pie: a partir del viernes el subte pasa de $1.10 a $2.50. ¿Y la parte de los subsidios que sigue aportando el Gobierno Nacional? ¿Sigue el Gobierno Porteño sin hacerse cargo de nada?


Ya esta anunciado. A partir del viernes el subte aumenta más del 100%, elevándose a $2.50 mientras que el Gobierno Nacional seguirá aportando 350 millones de pesos lo que equivale al 50% de lo que venía aportando. Si el el Jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, pensara en la ciudadanía porteña y en los "vecinos" -como tanto le gusta utilizar el término- dejaría el boleto a valor de hoy y aumentaría recién dentro de seis meses, que sería el lapso según la matemática que equivaldría a la cantidad de plata aportada por el Gobierno Nacional si mantuviéramos el monto aplicado antes del traspaso. ¿Se entiende?


Si el Gobierno Nacional aportaba 700 palos por año y hoy pasa a 350, tranquilamente hasta junio podría mantenerse el mismo precio si es que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no pudiese hacerse cargo. Otra cosa diferente es, que esa diferencia la absorban los usuarios y no el gobierno porteño que, como siempre, nunca se hace cargo de nada.