domingo, 14 de febrero de 2010

Gira "Nos vemo' viejo!" 2010 - (Vacaciones- Gira Pampa Yakuza) II

** Capítulo II: Prefiero que seamos tres... **


Cerré la puerta del taxi y como pude tomé el bolso por el mango y con la bolsa de dormir atravesada por detrás de mi cuello comencé a caminar mientras sujetaba el aislante color plateado con la mano que me quedaba libre. Mis pasos eran lentos y el calor dejaba caer sobre mi rostro gotas de transpiración que iban en aumento tras el esfuerzo cuasi sobre humano que estaba haciendo.

El reloj marcaba las 20.45 y según el mensaje que me había mandado mi co-equiper el ómnibus tenía salida pautada para las 21.05 desde el margen que va de la plataforma quince a la veinticinco.

La gente iba y venía; para un lado y para el otro. Mientras tanto yo intentaba divisar a Galván entre la muchedumbre. Pero no, nada. Llevé mi mano derecha a uno de los bolsillos de la mochila para sacar un cigarro; con la izquierda revolvía otro en busca del encededor.


La primera pitada fue profunda. La espera no me molesta, soy un tipo muy paciente. Pero las cartas no estaban todas exhibidas en la mesa: solo contaba con el horario del micro; no tenía la ubicación exacta de partida ni el pasaje en mano. Eso inquietaba un poco mi tranquilidad.

Mientras paseaba la mirada por entre las gentes que deambulaban por la terminal, lo veo venir a Galván. De remera roja y con sus clásicos pantalones cortos, se acercaba a paso lento, relajado y con una bolsa blanca en la que se dejaba ver una frazada. En mi rostro se dibujó una sensación de tranquilidad. Tenía tantas cosas para contarle, que no sabía por donde arrancar. Pero el viaje iba a ser lo suficientemente largo como para que sobrara el tiempo.

Pero, entre esas tantas personas que pasaban por allí, la que estaba por delante de él se movió a la izquierda. Mi cara no llegó a esfumar esa imagen estampada en mi rostro apenas dos segundos antes, solo limitó a observar la secuencia.

Me quedé paralizado. Fue solo por un segundo, pero mi cabeza se detuvo mientras el corazón continuaba latiendo. La sensación no era mala, sino que condicionaba mi accionar: ya no éramos dos…había una persona más. A ver…déjenme pensar: ¿una persona más? Claro. Había una persona de más metida en el medio. Una persona que por momentos iba a molestar, que iba a meterse entre los dos indefectiblemente. Aparte iban a ser siete días conviviendo y era muy probable que esa presencia se haga molesta.

Así lo pensé en ese segundo en el que el tiempo se detuvo para que mi cabeza pudiera reflexionar. Iba a tener todo el viaje para intentar ser lo menos molesto posible, para no joder, para evitar llevar a cabo la serie de acciones que acabo de enumerar el párrafo anterior. No obstante me dejaba algo tranquilo que Zmutt iba a aparecer el jueves por la Patagonia.

Nos saludamos eufóricamente, como para no perder la costumbre. Los minutos iban pasando y no había señal de que el micro apareciera. Luego de una hora de retraso llegó el Don Otto anunciado a Comodoro Rivadavia.

El aire acondicionado resultó ser una caricia para mi organismo que no toleraba más el calor. Fuimos en busca de nuestro asientos: ni siquiera estaba en el asiento contigüo a ellos, estaba uno más atrás y de la otra banda. El presagio no era el mejor: iban a ser diecinueve solitarias horas a bordo del bus.

Saco para Madryn o para Trelew? Humo[1] me dijo ke no sabía en que lugar iban a estar el jueves. Avisame” decía el mensaje de Zmutt que llegó apenas me acomodé en mi sitio. Antes de contestarle cualquier cosa, aproveché para revisar el cronograma de fechas.

Gira "NATURALEZA REVIVIR" Verano 2010

-MIERCOLES 13 de Enero - 18 Hs
"PLAYA ALFREDO GARCIA" - TRELEW, Prov de CHUBUT
Show LIBRE Y GRATUITO

-MIERCOLES 13 de enero - 24 Hs
PLAYA UNION - RAWSON, Prov de CHUBUT
"GO Pub" - Calle: Primera Fila

-VIERNES 15 de Enero - 24 Hs
PLAYA UNION - RAWSON, Prov de CHUBUT
"GO Pub" - Calle: Primera Fila

-SABADO 16 de Enero - 23 Hs
"Polideportivo Las Grutas" LAS GRUTAS, Prov de RIO NEGRO
Junto a: FALSA CUBANA y DE BUEYES
Entradas Anticipadas a La Venta en:
SAO : Azul Importaciones - La Anánima (Quiniela Florencia)
Las Grutas : Iguana Confitería

-DOMINGO 17 de Enero - 21 Hs
Balneario "Playas Doradas" Ciudad de Sierra Grande
Junto a: FALSA CUBANA y DE BUEYES
Informes en Secretaria de Turismo de Sierra Grande (tel.: 02934 481868/66)

Según esos datos, no había paradero confirmado para el día jueves, así que seguramente íbamos a permanecer en el lugar que utilizáramos con base. El destino sería Puerto Madryn, íríamos a la casa de Sabrina, hermana del Puma. Ese sería el cuartel central desde donde sirviera como refugio para dormir, dejar las cosas. Lo llamé a Facu y le dije que no sabía aún, además Ariel Viale (baterista de Pampa) no se animaba a darme una respuesta concreta porque tampoco sabía.

Comencé a aburrirme y quise sacar unas fotos. Busque en la mochila y tras la tercer foto me aparece un cartel de advertencia: “No hay suficiente memoria”. La palma de mi mano derecha se estrelló contra la frente; me había olvidado la tarjeta de memoria encima de la mesa. En fin…era solucionable, así que decidí no preocuparme. Mis párpados cayeron tras el inicio de una película que no recuerdo y se abrieron nuevamente en Bahía Blanca a las siete de la matina.

El único plan era dormir, para acelerar el proceso. Hasta el mediodía pude, después dediqué mi tiempo a ver películas y escuchar algo de música. Por sobre todo, las películas eran muy pedorras. Cuando arribamos a Sierra Grande, luego del control de Gendarmería (nos pidieron el documento a todos) comenzó a rodar una largometraje infantil: Alvin y las ardillas…Tras una hora de soportar los ruidos de esos animalitos insoportables, me enganché y no pude ver el final por que llegamos a destino a las 17 hs.

No podía caminar. A duras penas llegamos a un taxi y nos dirigimos hasta la calle Paso al 300. Mucha tierra levantó el tacho; calle de ripio con algunas piedritas sueltas en el camino y un almacén perfectamente ubicado en la esquina a pocos metros de la casa. Casa…departamento ubicado en un complejo, en la planta alta. Tenía un patio que hacía de antesala al interior y que funcionaba como terraza también.

Sabri nos recibió de mil maravillas, nos acomodamos y salimos a caminar un poco luego de escuchar algo de Falsa Cubana.

- Lobi, tenes todo hoy para aprenderte los temas de Falsa – me dijo el Puma, a lo que yo contesté: - “Manzana” la se – tras un par de risas que se filtraron por ahí.

Quería salir a caminar, a conocer Madryn. Todavía no comprendía que estaba a tantos kilómetros de mi casa con las ganas que siempre tuve de conocer el sur. Agarramos avenida Roca (contradictorio que por esos pagos sigan utilizando ese nombre, aunque en algunas esquinas haya visto remiendos de “Pueblos Originarios”) que funciona igual que Rivadavia en Capital, cambian los nombres de las calles. Mientras pateábamos saqué mi teléfono celular para mandar un mensaje. Para finales de diciembre, la familia de uno de mis alumnitos del club[2] se mudaba para Puerto Madryn, por lo que le dije a Cristian (papá de Dante) que cuando llegara al sur le iba a avisar así nos juntábamos a comer algo. Por ende, le mandé un mensaje esperando en algún momento una respuesta, que en lo inmediato no se presentó.

Llegamos al mar: increíble. El color del agua llegaba a ser un azul tan profundo y agradable que daban ganas de quedarse a contemplarlo por horas. Primero pedí ir a comprar la memoria de la cámara y luego retomamos hasta la costanera para ir al muelle.

El viento elevó su velocidad a números impensados para un porteño como yo. Mi pelo se alborotaba para todos lados. Los azotes eran cada vez mayores a medida que más nos internábamos en el muelle que tenía más de cinco cuadras de longitud.


Galvan Puma y Ciraolo Martín en el muelle de Puerto Madryn con el viento a 50 km/h

Tras un rato disfrutando de la tranquilidad del mar, que para mi sorpresa carecía de olas, lo que empezó a azotarnos fue el hambre. Una vez en tierra firme -y luego de hacer un esfuerzo para salir del muelle porque el viento nos tiraba para atrás- a Galván no se le ocurre mejor idea que querer comer rabas. Nos aproximamos a un restaurante y el plato de rabas salía veintiséis mangos, que para nuestras humildes billeteras era demasiado, por lo que seguimos viaje.

Pasamos por un shopping que tenía un local de Mostaza. No era Mc Dólar, pero algo era algo y tras insistirle a Silvana para que fuera ella quien tomase la decisión de ir a comer allí, ingresamos al lugar. La parejita feliz estaba muy cansada así que me encomendaron la tarea de hacer la fila para realizar el pedido. Dos hamburguesas y una de pollo para mí.

- Sin mayonesa, ¿puede ser? – pedí especialmente. Fui por el costado a retirar el menú y algo me olía mal. Me senté de cara al sandwich de pollo esperando no ver esa sustancia amarillezca delante de mis ojos. Saqué la primer tapa de pan y…

// Continuará…


Vista desde el muelle de Puerto Madryn. Una maravilla para nuestros ojos!

Martín Ciraolo



Material audiovisual:
- Caminando por las calles de Madryn
http://www.youtube.com/watch?v=De4KavMZBa8

Notas al pie:
[1] Humo, en referencia al Puma Galvan.
[2] Doy clases de fútbol en el club Amigos de Villa Luro.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Gira "Nos vemo' viejo!" 2010 - (Vacaciones- Gira Pampa Yakuza) I

** Capítulo I: Preparativos **

- ¿Vos crees que Galvan nos va a descartar? – Preguntaba el Negro Gonza, anfitrión esa noche. Jona Gentile, sumado a este viaje a mitad de año, y yo nos quedábamos contemplando los posters de la habitación de Gonza mientras pensábamos. Gentile: grandote, buen tipo, bastante callado pero que tiene las palabras justas en los momentos precisos; loco como pocos, tanto como nosotros para seguir esta empresa al mismo ritmo. En los últimos tiempos nos volvimos muy compinches los tres, sumado a Facu Zmutt que en ese momento estaba en Salta con el Puma Galvan.

La palabra descarte ya se me hacía familiar. Para navidad Gentile y Zmutt se fueron a Aguas Verdes a pasarlo allá; jamás me avisaron. El argumento esgrimido era que como en un momento el plan era alquilar una quinta para hacer una gran jodaanti-navidad” y yo dije que lo iba a pasar con mi familia, se agarraron de eso para suponer que iba a decir que no. Me enojé bastante, de hecho discutimos el 24 por teléfono como una hora. En fin, eso ya había quedado unos cuantos días atrás. El rumor que circulaba por los pasillos era que existía la posibilidad de que Galván nos deje tirados, luego de habernos dicho que las vacaciones las íbamos a pasar en la casa de él, tal y como lo habíamos hecho el año anterior.

Sin embargo este verano las cosas iban a ser distintas: Pampa Yakuza iba a dividir su gira veraniega en dos partes. La última parte del mes sería en la Costa Atlántica de la provincia de Buenos Aires, similar al 2009. El plan era estar presentes en ese tramo.

El primero, por otra parte, sería en el sur. La Patagonia siempre me sedujo. Durante mucho tiempo tuve ganas de conocer el sur y con mis viejos nunca se dio de ir, ya que comenzamos la recorrida nacional por el norte: Salta, Tucumán, Jujuy, etc. Ahora tenía una excusa propicia para hacer el viaje. Más que viaje, locura. Sí, creo que de más esta decir. No obstante, en estos aspectos la racionalidad brilla por su ausencia y durante el último trayecto de 2009 estuvimos hablando de hacer la gira completa, proyecto para el cual ya me había anotado.

Nuestras miradas recorrían la pared. Miré a ambos y les dije que no, que Galvan sería incapaz de hacernos eso, aunque todavía no me había confirmado que vendría conmigo al sur. Lo que si era seguro era que recién el 23 de enero iba a habilitar la casa, mientras que Jona y Gonza comenzaban sus vacaciones al inicio de la segunda quincena. Dadas esas circunstancias había que elaborar un plan alternativo para esos días en los que el Puma iba a estar ausente.

Facu tiró al aire la opción de Gualeguaychú. La idea estaba bueno, pero ir a un camping a mi nunca me sedujo: son muchos días para lo rotos que íbamos a terminar cada una de las noches en las que estuviésemos ahí.

Los pibes tampoco querían ir, así que dijeron que en la semana iban a averiguar locaciones para que oficien de morada hasta que toda la banda se vuelva a juntar en el bunker de Aguas Verdes. Ni bien terminado el fernet que estábamos tomando, nos subimos al diecisiete para asistir a una de las mejores Fiestas Clandestinas por las que alguna vez hubiésemos pasado, de la cual nos llevamos una pequeña adquisición, un souvenir para la costa.

Los días comenzaron a correr, cada vez con mayor rapidez. Jona tomó el timón y junto con el Negro comenzaron a averiguar lugares. Bingo! El hotel Tupé, en Mar de Ajó, tenía habitaciones disponibles. Solo había que depositar el 50% de lo que nos iban a cobrar en el Banco Nación. Dejé unas cosas pendientes del laburo para ir a la sucursal del barrio de Liniers, justo a una cuadra de la vieja y querida Plaza Los Andes.

Siete cuadras. Es mucho para caminar, ¿no? En realidad catorce, ya que hay que volver. Tomé la bici y salí derecho por Rivadavia, evitando autos, colectivos, bocinazos y algún que otro insulto. Mi memoria revisaba algunos archivos hasta que recordé que una vez que quise depositar en ese banco no me dejaron por ser menor de edad. Pero, teniendo en cuenta que ya la ley de mayoría de edad que bajaba a los dieciocho años ya estaba en vigencia, no tenía que tener problema. Pero, siempre hay un pero. Tras unos cuarenta y cinco minutos de espera me mandaron a registrar mis datos a una computadora.

- Disculpame, pero la ley en los bancos todavía no entró en vigencia. – me dice la empleada. Lo siento, Tincho. Volví a casa y tuve que llevar a mi vieja a que lo haga. Con el hotel reservado para el día dieciseis, estando a siete días de ese momento, a mi me restaba resolver el problema del sur.

Lobi! Todo piola? El domingo a la noche arrankamo en micro! Cuando llegue sacamos pasaje juntos” - decía un mensaje del Puma.

Domingo…domingo, el domingo cae diez y si la gira termina el diecisiete, con suerte al día siguiente estaba en la costa. Así que puse manos a la obra. Tomé mi teléfono y lo llamé a Dieguito: ese amigo de años, fiel como ningún otro. Afortunadamente para mí, trabaja en las boleterías centrales de Flecha Bus, así que le pedí que me reservara un pasaje para el dieciocho a las 7.35 am.

Ya estaba todo listo. Los días habían corrido a gran velocidad y ya era sábado. Tenía que preparar el bolso y mil cosas más por hacer. Justo cuando estoy por agarrar las prendas para comenzar a diagramar mi maleta, suena el celular. Era Galvan diciéndome que no llegaba, así que el viaje se posponía para el lunes. De alguna u otra forma me beneficiaba: más margen para preparar las cosas, un día menos allá en el cual debía gastar plata.

Ya estaba todo listo. Mis viejos se iban a Bolivia de vacaciones, así que mi hermano debía ir a Retiro a llevarle la plata a Diego y retirar el pasaje, porque justo ese lunes tenía franco. Le dejé cien mangos y con todos los bártulos me fui a la parada del ocho. Apenas salí me arrepentí de no llevar la guitarra; pero seguro alguien allá iba a tener. Estaba ansioso, conocer el sur del país, ver a Pampa tocar por esas tierras, comenzar a conocer el arte de Falsa Cubana…presentía que un montón de aventuras estaban por venir.

El ocho llegó. Extendí la mano para pararlo y con las monedas en mano subí los primeros dos escalones. En el momento en el que voy a dar el último envión, el chofer cierra la puerta y me agarró la mitad del bolso.

- ¿Estas loco vos? Hay que mirar un poco eh!- le dije, saqué el boleto y me fui a sentar al fondo.

No me daba el tiempo para tomar el cien y llegar a Retiro, así que el plan era bajarse en la 9 de Julio y tomarme un taxi. El bondi venía a las chapas por la autopista y de pronto se me dio por observar el cartel que indica el estado del tránsito: “Salida de Entre Ríos Cerrada – Utilizar Jujuy o 9 de Julio”. Si bajaba en Jujuy el colectivo seguro iba a ir por San Juan hasta Entre Ríos para así continuar con su recorrido habitual. Peeeero…! No. Justo cuando uno más apurado está, aparecen las complicaciones. El bondi no sólo bajó en la 9 de Julio sino que en vez de ir hacia el lado de San Juan, se fue para Constitución, lo que implica que al ir al lado opuesto, más se alejaba de Retiro.

Le pedí que me dejé en el cruce de avenida Garay y Bernardo de Irigoyen, donde apenas pasó un taxi lo tomé. Siempre miro con aires de nostalgia los lugares, los edificios, los negocios, las personas, y demás cosas cuando me voy de un lugar. Igual acá era esperanzador, era adentrarse en algo prometedor. El vehículo subió la rampa para entrar a la terminal y me dejó en el segundo puente para ingresar justo a la altura de donde debía salir el micro larga distancia. Los minutos pasaban y las agujas del reloj se aproximaban a las 20.50 y Galvan no aparecía! Sobretodo porque el micro salía 21.05.

Siempre me caractericé por encontrar gente entre multitudes. Pero esa parada era brava: Retiro era un descontrol. De pronto, levanto la vista y veo a Galvan. En ese instante recordé las trescientas cuarenta y dos cosas que tenía que contarle. Me llamó la atención que trajera un bolso muy grande al hombro y una bolsa (con una frazada adentro). Un tipo que venía caminando delante de él, se echó a la izquierda, dejando ver a Silvana, su novia, para mi gran sorpresa…

// Continuará...
Martín Ciraolo

Tanto camino por recorrer. Mucho por delante... caminante no hay camino, se hace camino al andar. (Foto: Camino Trelew-Rawson)

Nota del autor: Hay cosas que parecen sueltas que luego serán retomadas... ejemplo lo del souvenir!!

lunes, 1 de febrero de 2010

Gira "Nos vemo' viejo!" 2010 - (Vacaciones- Gira Pampa Yakuza)

Prólogo

Qué difícil tarea que tengo por delante. Nadie me obliga a escribir éstas líneas, sin embargo lo hago.

¿Me lo debo? ¿Se lo debo a alguien? No lo sé, quizás sí. Hay algunos locos que toman parte de su tiempo para leer mis escritos, y ante su pedido para que escriba un racconto de los hechos de estas nuevas vacaciones que han pasado creo que puedo invertir parte de mis horas libres en esto. Así y todo me gusta escribir, lo disfruto; he encontrado en ello una forma de hacer catarsis como también utilizo la música para el mismo fin.

No quiero empezar con las comparaciones tan tempranamente, pero desde el vamos tenemos una primera gran diferencia: el nombre. El verano pasado confluyeron demasiados factores que dieron la nomenclatura a los quince días que vivimos en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires. Los actores principales de la crónica devenida en novela, formábamos parte de la ficticia banda musical “Algún Q-lo” (que alguna vez fuera “Algún culo va a sangrar”) y sumado a la gira veraniega de las bandas Pampa Yakuza y Andando Descalzo, decidimos como buenos niños que somos, jugar a ser músicos; pintamos la realidad de forma tal que nos íbamos de gira por la costa a presentar nuestro primer y único tema: “Luz y Fuerza”. ¡Incluso se llegó a decir que íbamos a tocar en la playa antes que la Josefita en un show frente al mar! Demasiado humo. De todas maneras, debo admitir que nunca fui devoto de la creación musical de la dupla Peñafiel-Funes (autores de la canción); pero claramente era lo que había.

Jugar, tan solo jugar. El plan era seguir a Pampa a donde toque, los que quisieran; varias tardes y/o noches algunos optaron por otro plan ya que nadie estaba obligado. Nos recorrimos casi todas las playas; lo disfrutamos mucho. Creo que los mejores momentos fueron sin duda en los que la mayoría de los sujetos que formaron parte del viaje estuvimos juntos. Entonces, al confluir las giras de las bandas y nuestra creación, se caía de maduro que se iba a titular “Gira…” algo. Ese “algo” nació de uno de los términos más utilizados por nosotros. La palabra “mamadera” cuya primer vocal era estirada en llamado de atención para denotar la rapidez de ciertas personas, cosas, y demás yerbas, me alcanzó para tomar la decisión de llamarla “Gira Maaamadera 09’”.

Hoy –o mejor dicho, este verano- las cosas iban a resultar muy distintas por muchas circunstancias. Por el lado de Pampa, el 13 de marzo en el Teatro de Colegiales grabaron su primer disco/dvd en vivo lo que llevó a sus planes de crecimiento a expandir las fronteras de alcance. Allí nació la posibilidad de visitar el sur de nuestro país.

Por el lado de los actores, el elenco cambió en su mayoría: solo quedaron Facu Zmutt, el Negro Gonza, Peña, Galvan y yo como personajes que habitamos Aguas Verdes. El resto todos nuevos a excepción de algunos personajes “secundarios” (para diferenciar de los que convivimos en la misma casa) más los Pampa.

Durante el año, al famoso Bondi Yakuza (y ya arranco con las descripciones) que comandado por algunos de los que vivimos esta locura, se ocupa de reclutar gente y acercarla a los recitales de Pampa, cambió radicalmente la base de la gente que asiduamente concurría a cada edición. Muchas idas y venidas entre algunas personas, como en todo grupo humano, tendieron a hacer que algunos se bajen por problemas personales. Otros al ponerse de novios, se bajaron del barco por razones evidentes. De esa forma, “Algún Q-lo” se disolvió y quedó en el tintero “Nos vemo’ viejo Raggae”. Ningún integrante definido, mucho menos un tema. Ah si! Un solo tema que hicimos en el último campamento que tuvo lugar en el predio de Luz y Fuerza en Tigre (casualmente de donde nació la canción de la ex banda) titulado “Jona re-contra loco” que resultara de una improvisación de quien suscribe, del Puma Galvan y de Alan Statuto, personaje nuevo.

En fin, para no perder el hilo de lo que venía diciendo, el título también debía arribar de algún concepto, de alguna frase, apostilla, chiste u onomatopeya que utilizáramos con frecuencia. Recuerdo que ya cuando arranqué a escribir la “Gira Maaamadera” creía que el nombre iba a ser “Gira Astucias 2010”. Muy lejos estuvimos de eso.

No obstante, surgió el “nos vemo’ viejo!” entre nosotros; se hizo repetitivo y muy frecuente en nuestras reuniones. Igualmente, todavía no se si estoy arrepentido de nombrarla así ya que hoy sentado delante de la pc y con todo lo ocurrido se me ocurren fácil otras diez alternativas. Allí la primer gran diferencia: ya existía nombre antes de que comience.
La segunda gran diferencia se debe a los personajes. Sin embargo, estas personalidades fueron variando debido a un solo hecho y más importante: lamentablemente para todos –incluso para mí-, el protagonista de la historia soy yo. Si la idea es describir los hechos, lo tengo que hacer desde mi óptica: contar los hechos como los viví, como los percibí, como los disfruté, como los sufrí. Y allí la primer advertencia a ustedes mis queridos lectores: ya de entrada aclaro que no se si voy a narrar los hechos al pie de la letra. Ya el año pasado omití detalles de mi relación sentimental que cruzó de punta a punta el relato por una cuestión de ética. Aquí también sucede lo mismo. Debo ocultar algunas sensaciones, pese a que voy a tratar de ser lo más fiel que pueda. Trataré de no inventar, de ir a los detalles, de decir la verdad. Algunos detalles que omita, quizás los más cercanos o los protagonistas logren entender mejor la historia. Voy a evitar algunas cosas, entre ellas que no se extienda tanto a nivel tiempo como la anterior; espero que no surja ningún problema que infiera en ello.

Todavía no decidí si voy a hacer una breve descripción de cada personaje nuevo, como se me reclamó el año pasado. Lo que si se es que el año pasado nació como una crónica y terminó como novela y ahora tengo la certeza de que va a ser más larga que la “Gira Maamadera”. Demasiadas cosas por contar, y una gran pila de conclusiones por sacar, evitando aunque sea imposible la comparación con la del año pasado. No puedo decirles ya mismo si fue mejor o fue peor. De hecho no lo quiero decir, pero van a entender la posición sobre el cierre o con el correr del relato. Si estoy seguro de una cosa: de que fueron distintas. Distintas por el lado que se lo mire.

Dos etapas: una primera por la Patagonia y una segunda por la Costa Atlántica de Buenos Aires. Se que aburrí con esto, y vaya a saber quien lo terminará de leer, pero creo que debía dar un pequeño pantallazo sobre estas pinceladas que considero deben saber para luego entender que voy a intentar no dejar el mensaje que hoy por hoy considero que ha sido la conclusión que saqué de este viaje.

A su salud,

Martín Ciraolo

Foto: Playa Unión, Rawson, Provincia de Chubut, República Argentina.