Esta nota podría titularse de mil formas. “Dan Vergüenza”,
“Váyanse todos”, “Dirigentes que no están a la altura de la institución”, “La
peor racha de la historia del club”, “El peor equipo verdinegro jamás visto”.
Pero no. El amor derrota al odio.
Diez años atrás hubiese habido invasiones de cancha,
innumerable cantidad de aprietes a los jugadores, dirigentes, corridas y otros
hechos violentos. Pero no. Esta bien, ustedes dirán, después de todos los
garrones que nos comimos, aprendimos. Creo que esto es producto de que la
sociedad en general ha evolucionado.
Señores! Lo de hoy fue conmovedor! Conmovedor! No tengo
registros, y siendo honesto no reviso el archivo sólo la memoria, y creo que
Huracán de Tres Arroyos y Tiro Federal pasaron por Primera sin ganar un
partido. A nosotros no nos importa. Vamos igual. A cualquier hora. La AFA, la
policía y quién sabrá quien más conspira contra nosotros. Jugamos los lunes, a
las tres de la tarde, los sábados al horario post almuerzo, lo que sea.
Llevamos ya 20 partidos sin ganar. Eso inclusive no detiene el amor. Este
hermoso amor.
Y sí, no le tengo miedo a la palabra amor. Amor, identidad,
pertenencia. Es el barrio, son los colores. Es la mística, es la historia. Es
haber resurgido miles de veces de nuestras propias cenizas. No importa la nube
negra que tenemos encima. Mala suerte, mala leche. Erramos goles hechos,
penales. Soportamos malos arbitrajes. Vemos jugadores displicentes pero vemos
otros que dejan el alma. Sus limitaciones técnicas terminan siendo lo que frena.
Hoy Lanús hizo un primer tiempo de mierda. Fuimos superiores. Pero ellos
llegaron tres veces e hicieron dos goles. Y se terminó. Y ahí te das cuenta que
todos son mejores que nosotros. Es cualitativa la diferencia. Galarza pone el
alma, y no le da. No le alcanza. Lo nombro a él como podría nombrar a Gagliardi,
Baldunciel, Lemos. A Galarza no lo voy a putear. Se ve que el tipo se sacrifica
y no puede porque los contrarios son mejores que él. El 18 que ya ni lo nombro,
si da rabia muchas veces que no tiene el más mínimo respeto por la camiseta y
lo demuestra sin demostrar absolutamente nada. Y el Oso Sanchez no puede ir a
hacer goles.
Pero la gente alentó todo el partido. No importó el
resultado, la mala racha, el frío. Hubo visitantes y no hubo disturbios. No
importó que el primer gol viniera de una jugada que la pelota salió medio metro
y el juez de línea hiciera caso omiso. No importó.
Importó más lo que sentimos en el pecho. Algunos, dejamos escapar algunas lágrimas. Y sí hermano, somos de carne y hueso. Nos corre sangre por las venas. Sangre verdinegra. Esa misma que le pedimos a los jugadores. Contágiense! No importa. A esta altura el equipo es éste. Somos los que estamos. Sabemos que la mayoría de los demás son mejores, pero que no importe. Convicciones! Hay que convencerse. Que importe lo que somos y creamos de una buena vez que nadie es más que nosotros. Que por más que sepamos que esa superioridad existe, adentro somos once contra once. Y nosotros tenemos una ventaja: nunca jugamos en silencio.
Pongamos el alma en cada bocha, dejemos el corazón, seamos
respetuosos con los que nos escampamos de nuestras obligaciones y dejamos todo
para estar donde estés. Eso nos diferencia del resto. Nuestra lealtad, nuestro
patriotismo con el pueblo y nuestra República de Mataderos.
Me duele que el 10 no pueda participar para revertir esto.
Tengo la fe y la convicción que en estas dos finales que se nos vienen vamos a
revertir esto y le vamos a dar la chance a Christian de jugar en Primera,
todavía con chances de quedarnos.
Y si no, no importa. Seguiremos estando firmes ahí. Donde
estamos siempre.
Te quiero para siempre Chicago! Gracias a mis viejos por
permitirme vivir todo esto.
Somos pueblo, somos tripa y corazón. Somos el barrio, somos
la familia en la vereda tomando mate, somos tango y somos cumbia. Somos siempre
nosotros. En las buenas, pero sobre todo en las malas, mucho más!
Vamos Verde de mi vida!
Martín Ciraolo
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