"En materia de subterráneos, nuestra propuesta es construir 10 kilómetros de líneas por año. Eso incluye la finalización de la línea H, que debe llegar hasta Retiro; la extensión de la B, y la iniciación de las F, G e I, que fueron aprobadas en la Legislatura" dijo Mauricio Macri a La Nación el lunes 25 de junio de 2007
¿Que somos estúpidos que no podemos hacer 10 kilómetros de subte por año? Mientras que el Secretario de Transporte Guillermo Dietrich, hijo del dueño de una de las concesionarias más reconocidas en el ámbito porteño sostiene que "hay una visión errónea de que el subte resuelve el tránsito" (NdeR: el dequeísmo es un gran mal, tanto a la hora de hablar como de escribir), nosotros seguimos sosteniendo que sí: que la solución va por abajo.
Visto y considerando que con guita ajena cualquiera administra, y que es más barato hacer metrobuses que invertir en la ampliación de las redes de subterráneos. ¿Cómo podemos pretender que la gestión PRO extienda las líneas existentes o cree nuevas, si los problemas de tránsito causados porque cada vez hay más vehículos en las calles los tiene que solucionar uno de los vendedores de autos más importantes del país?
Igual, antes de hacer nuevas estaciones, sería interesante que pase por la estación Lavalle de la línea C, donde vos, yo, tu vecino, tu compañero de laburo, tus conocidos, corren altos peligros de electrocución cuando las goteras y cataratas de agua pasan por al lado de los tubos de luz y carteles de publicidad que conducen electricidad. Después de no construir nuevas estaciones, de comprar vagones usados a cualquier cantidad de guita, de aumentar exponencialmente el precio del boleto, de querer capitalizar la compra de los vagones nuevos de la línea A que fue por parte del Gobierno Nacional, a veces es difícil creer como se sostienen estas mentiras.
Bochornoso, como Coppolo. Stop, stop.
Martín Ciraolo
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