jueves, 30 de julio de 2015

En la calle



De repente te cierran la puerta en la cara y te vas de patitas a la calle. Sí, de patitas a la calle literalmente. 
Solo te dejan entrar a juntar tus pertenencias, agruparlas a los tumbos en cajas, bolsos, mochilas o bolsas de todo tipo que luego van a parar a la vereda.

La vida se derrumba cual castillo de naipes y no producto de una suave, debil y cariñosa brisa sino por los embates duros de una tormenta muy fuerte que se llama vida. La vida te puede dar mucho, uno por su esfuerzo y la búsqueda constante puede conseguir algunas cosas, pero casi siempre es producto de la voluntad política de nuestros gobernantes que encontramos los medios por los cuales a través de nuestro sacrificio conseguimos armar ese castillo de naipes. Piso por piso, escalón por escalón.

La pila de bolsas está en la vereda. Algunos vecinos te miran mal por ser negro, pobre y encima estar sin techo. Quizás tenés alguna changa que te permite comprar el pan para comer a la noche, o dentro de los programas que el Gobierno Nacional puede filtrar en la ciudad más rica del país te capacitas y de paso accedés a un beneficio. Pero no se puede intervenir.

"La Presidenta debería dejar de hacer Tecnópolis y construirnos casas a nosotros" me dice. Le explico que son dos cosas distintas. Qué difícil explicar en ese marco. Todos los que estamos leyendo esto que estoy escribiendo tenemos un lugar calentito donde dormir a la noche, el morfi que no falta, y la guita para pagar el wi fi que nos da el acceso a La Pelota al Piso.

Afortunadamente el barrio de Montserrat, al menos de la 9 de julio para el lado de Entre Ríos no se caracteriza por la gran cantidad de desalojos. Los hay, no lo vamos a negar. Pueden darse por diferentes circunstancias. Falta de pago, problemas con los vecinos, con los demás inquilinos, etcéteras. Pero vuelvo. Muy difícil. Diría complicadísimo lograr el nivel de abstracción tal para explicar la diferencia entre las competencias del Gobierno Nacional y la Ciudad Autónoma. Difícil por el contexto, ya que afortunadamente la explicación es tan sencilla, concreta y transparente como el agua.

Ésta persona en la calle y en la lona, tiene que tramitar su subsidio habitacional. Eso corresponde a la jurisdicción de la capital. Entonces va despacito hasta Pavón y Entre Ríos a Desarrollo Social. Cae a eso de las 8 de la mañana, como para llegar temprano. Mucha gente. Imposible. No hay números. La postalina es caer a las 6, y a todo esto le tenemos que sumar un detalle de color: tenes que tener un presupuesto. 

¿Qué vendría ser un presupuesto? Claro, eso, un presupuesto. Ir vos mismo a recorrer hoteles para que te den un papel firmado donde aseveren cual va a ser el valor de la habitación a nivel mensual para que el gobierno amarillo de la ciudad te otorgue el subsidio. Una más: el subsidio es de $1800 y una habitación modesta en un hotel picante esta alrededor de los $3000. La diferencia la pondrá magoya.

Si tenes pibes ni te cuento. Primero conseguís guita para un ciber y anotarlos a la escuela mediante la inscripción on line ya que en Buenos Aires en todo estás vos y después anda a recorrer hoteles a ver en qué hotel familiar aceptan hijos. Dos es un problemón. Tres ni te cuento.

Esta situación genera otro problema. La proliferación de hoteles truchos sin habilitación, o aquellos hoteles que te firman "el presupuesto" y tenes que arreglar alguna que otra cosa por atrás. Y esto el que camina la calle lo sabe.

En fin, acá el problema no sería ese, sino la cuestión de fondo que es que el macrismo no tiene política pública en torno a la vivienda. El Instituto de Vivienda de la Ciudad no funciona. El verso de la restauración de fachadas y consorcios autosustentables no sirven. Ellos mismos pregonan que el estado no deba intervenir y sean los propios vecinos los que terminen manteniendo el predio (Ver nota Complejo Soldati)
El PROCREAR no se puede desarrollar en la Ciudad. No hay cesión de terrenos fiscales. Lo compensan con el Alquilar se puede que si tenés las condiciones para acceder es porque en realidad no necesitas que te den la garantía ni la guita de la entrada porque ya la tenes. O no, peor. No entregaron prácticamente ningún crédito.

Mientras tanto, tenemos todas las páginas webs al palo con diseños super innovadores. El metrobus hasta las pelotas funcionando bien porque el subte sale 4.50, carísimo aumentado por la administración de ciudad. El bondi sale más barato y lo subsidia el Gobierno Nacional. Ahora viajo cómodo en subte porque la gente ahorra plata en el boleto de colectivo. Con recursos ajenos cualquiera hace política.

Las escuelas tomadas con carencias de infraestructuras muy notorias, los hospitales públicos también. No obstante lo cual, todavía son muchos los porteños que piensan que pueden prescindir de un estado fuerte, presente, distribuidor y asignador de recursos porque creen que no utilizan nada que sea producto del estado. Por eso gana Sturzenegger y luego puede reconocer que Durán Barba, asesor estrella del PRO, le dijera que no proponga nada, que no discuta... que a la gente eso no le interesa. Afortunadamente para todos, están empezando a decir la verdad.

Martín Ciraolo.-

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