Las elecciones dejaron mucha tela para cortar en tono de análisis político. Ya quedó en el olvido el 50% obtenido por la tiranía que está en el poder, y ahora resta analizar a los perdedores. Si bien ya desde La pelota al piso nos dimos una vuelta por Proyecto Sur, vale volver.
Y sí, volvamos. Porque en diálogo por teléfono en el programa Ciudad Gótica de Radio La Red, Pino Solanas le manifestó al conductor, Jorge Rial, su descontento por haberle hecho el juego a la izquierda. Claro, Jorgito antes de las primarias inició la cruzada "Un milagro para Altamira" para que el Frente de Izquierda logre acceder a las elecciones generales de octubre obteniendo 450.000 votos. Rápidamente lo volcó en Twitter, y fue reforzado por el renovado Gato Sylvestre (grande Gus, Con Voz Propia).
Pobre Pino! Se vio desamparado por la corpo mediática y hasta el rey de los chimentos le dio la espalda y fue el máximo responsable de que Proyecto Sur con Alcira Argumedo a la cabeza haya quedado fuera en las primarias.
Fuera de cualquier tipo de bromba, analizar el poder que tienen las redes sociales, es interesante -Orlandito Baron dixit-. ¿Que grado de influencia tuvo en el resultado electoral? Créanme que lo tuvo, de alguna manera. En todo sentido, no solo en lo electoral sino en las prácticas y consumos culturales. Es real que el Frente de Izquierda obtuvo 512.403 votos lo que equivale a un 2.48% del padrón electoral, ¿pero esa fue la causa? ¿es para ponerse contentos o hay que ver de donde provienen los votos?.
Y como no! Vamos a festejarlo. El troskismo lo festejó como la copa del mundo y salió al frente diciendo que el objetivo es meter un diputado en el Congreso de la Nación. Pero no logró mantener una línea de coherencia, se ve que el altísimo grado de prensa al que nunca fue sometido, hicieron que Jorgito Altamira, otrora exiliado en Brasil, desbarrancó sosteniendo lo siguiente: "Nuestro extraordinario resultado está inscripto en las luchas que hoy se dan en todo el mundo y que verán en renacimiento del socialismo y la clase obrera".
En esa revolución mediática, ahora se le suma un brindis con Chiche Gelblung. ¿Y las reivindicaciones de la izquierda? ¿no combatíamos la represión y la dictadura militar que ahora nos sentamos en el living del enemigo de la patria? Bueno, es prensa, no podemos negarlo, más allá de que hay algunas cosas que no se condicen. No obstante la burbuja en la que vive el FIT no va a quebrarse. Siguen sumergidos en una realidad alterna más virtual que la del resto de la oposición. Sería talvez interesante evaluar si podrán hacer crecer el porcentaje o si hay gente que votó la fórmula Altamira-Castillo para que lleguen a octubre y en las definitivas votan por otro candidato más que continuar hablando de la revolución permanente o de sus tres palabras claves: Mariano Ferreyra, Pedraza y Burocracia sindical -ojo che! sin desmerecer la lucha por el esclarecimiento del crimen de Mariano, pero sin tirarle las culpas al gobierno nacional, haciéndole el juego a la derecha-. Cabe pensar si festejar un 2.4% equivale a ganar una elección. Pero están felices, como el ánimo general del país. Así que a festejar, porque la izquierda es un actor necesario en la política argentina. Tanto como la derecha, pero que estén bien definidos. La coyuntura político-social-económica nos pide definir nuestra posición.
Pregunta del día: ¿Será mejor que Rial pase a conducir La Cornisa o Desde el llano de acuerdo a los resultados de su influencia en el electorado en comparación con lo que pueden lograr el Joaco Morales Solá o Luisito Majul?
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