¡Cómo esta La Nación! Ya se habla de Chavismo, de temor empresarial y de la caída estrepitosa del modelo después de octubre. Palpitando la derrota en las presidenciales de octubre, buscan mecanismos para terminar definitivamente con la dinastía K.
ANáLISIS -pensando en voz alta-
Martín Ciraolo
Ya de por sí me llama la atención los nombres de los tipos, debe ser porque La pelota al piso esta operado por el aparato mediático del gobierno que consumo poco La Nación. Pero miremos de reojo dos notas, una del viernes de Roberto Cachanosky titulada "Lo que la oposición calla y el gobierno esconde" y una del domingo de Francisco Olivera, "Temor empresarial".
Atentos, paremos las antenas. Cachanosky resalta dos ejes claros en su nota: la caída del modelo económico y el posterior avance de la extrema izquierda del kirchnerismo. Pero veamos como arranca:
"Suponiendo que el resultado electoral del 14 pasado realmente fue así y que el 23 de octubre hay un resultado similar, el Gobierno heredará una situación económica realmente complicada. Por supuesto que la amplia mayoría de la población no tiene por qué saber cómo se financia esta fiesta de consumo ni la relación que hay entre calidad institucional, crecimiento económico y mejora en el nivel de ingreso de la población."
Si bien ya volveremos sobre el punto de la financiación del gobierno, la oración siguiente se despacha con una afirmación ultra nacional-popular: "Por eso es importante resaltar que, más allá del voto de la gente que en un momento estuvo incentivada por el famoso voto cuota en el 1 a 1 y ahora en el 'modelo', lo que hay que tener en cuenta es que el voto de la gente, por más mayoritario que sea, no puede cambiar las leyes económicas. Puesto en otros términos, la gente puede, con el voto, llevar a una determinada persona al poder, pero esa persona no puede modificar las leyes de la economía por DNU o cualquier otro instrumento."
Pero no importa, no saquemos elucubraciones de ante mano, sigamos con el desarrollo de la nota, que será potenciado por la otra que vamos a "analizar". O sí, por qué no. ¿Por qué se subestima tanto a la gente? ¿no alcanza haber legitimado a Cristina Fernández de Kirchner con el 50.07% de los votos? ¿No alcanza ver que el aluvión que sufré el capitalismo a nivel mundial no le afecta al país debido a las medidas que ha adoptado el Gobierno Nacional? Sigamos.
"Cristina Fernández ha dicho que no piensa moverse un centímetro de lo que han hecho hasta ahora, esto significa que seguirán poniendo el carro delante del caballo lo que significa estimular el consumo sin la inversión y el correspondiente incremento de la productividad que le de sustento al mayor consumo. Por otro lado, con la baja calidad institucional que impera en la Argentina, serán muy pocos los kamikazes que se animarán a hundir inversiones. Así que lo que tiene que pensar el economista es por quién irá el Gobierno para seguir financiando el aumento artificial del consumo"
¿Baja calidad institucional? ¿Están hablando de Julio César Cleto que no respetó las instituciones? No los entiendo. ¿Y el aumento del consumo interno es irreal? A veces pienso que son como los troskos que ven otra realidad. Pero no, no confunda. Operan, intentan herir, desgarrar, agrietar las políticas de estado. Son ellos los que siguen implorando por la mano invisible de Adam Smith. Es el mercado quien tiene que asignar los recursos y no la intervención del estado. Por eso hablan de "zurdaje", de "Chavismo", entre otras tantas cosas. Por eso no hablan de las inversiones que hay hoy en el país, ni que tampoco, por ejemplo, Unilever está mandando a sus ejecutivos europeos para "aprender" de los empresarios argentinos para ver como llevar a cabo sus tareas y ver las medidas que adoptó el gobierno para salir de la crisis. ¡Hoy somos espejo para el mundo! Y la frutilla del postre, que afirma esta tesis: "Aquí no hay magia posible. Si la Presidenta continúa en el Gobierno, tendrá que optar por confiscar algún activo líquido o estatización de flujos para no hacer el ajuste que cualquier familia tendría que hacer, porque la santa soja ya no alcanza."
Se viene la extrema izquierda. Confiscación de todo por parte del estado, se terminó la joda. "Insisto, solo se me ocurren dos sectores por los que puede ir el Gobierno. Uno la estatización del comercio exterior y otro los depósitos bancarios. Tendría una tercer alternativa, sincerar el Indec y las cuentas públicas para salir a colocar deuda en el exterior, si es que este convulsionado mundo se lo permite"
Neoliberalismo al palo. Pero no se estremezca que todavía no llegamos al amigo Olivera a quien lo veremos más por encima. Ya el título impone miedo, hace que las señoras copetudas de barrio norte no salgan de sus casas, que suban las frazadas por encima de sus narices. Porque el "temor empresarial" afirma lo que sostiene el artñiculo anterior. Y sí señor, tenga miedo, porque "para peor, la amenaza se redondea desde el lugar menos pensado: encuestas que manejan algunos directorios indican que Hermes Binner podría quedar en segundo lugar. Y ni Víctor De Gennaro ni Victoria Donda prometen ser legisladores capaces de votar en contra, por ejemplo, del proyecto de ley de distribución de ganancias entre empleados, que les da a los trabajadores atribuciones sobre las decisiones de gestión. El temido proyecto Recalde. '¿Y adónde cree que van a ir los diputados del Peronismo Federal el 11 de diciembre? Ni siquiera van a tener que llamarlos', se resignó un lobbista de una compañía líder.". Y sigue, sigue. ¡Se viene el aluvión zoológico! ¿Cómo los trabajadores van a tener participación? ¡Eso es comunismo!
Y prosigue al párrafo siguiente con el corolario: "Las señales parecen ir todas en el mismo sentido. Algunos empresarios pymes, muchos de ellos abocados a la pesca, lo terminaron de confirmar el miércoles pasado, en Mar del Plata, durante una pequeña charla organizada por el banco Macro en el hotel Sheraton. Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, les dijo lo que la mayoría sospecha: la posibilidad de un plebiscito para lograr una reforma de la Constitución es alentada por sectores del kirchnerismo.(...) La única gestión válida será entonces, desde ahora, la negociación personal con ella. "Como en una monarquía", completó el miembro del directorio de una compañía del sector energético que está convencido de que el Gobierno actuará con docilidad hasta el 23 de octubre y que después vendrá 'el chavismo'"
Sangran. Sangran por la herida. No entienden que la mitad de los argentinos hayan votado por una fuerza política y por sobretodo por un proyecto de país. Un proyecto que se viene llevando a cabo desde el 2003 hasta la fecha. No entienden y por eso intentan operar en contra. La Nación es un diario con menor repercusión que Clarín, con un público más delimitado a los sectores sociales altos. Pero aun así sus columnistas principales, que no son ninguno de estos dos, sino Morales Solá, Mariano Grondona, Luis Majul, Carlos Pagni, entre otros... sí tienen rebote mediático. Pero el pueblo salió a demostrar en las urnas que no todo es tan así, que la realidad no se condice con lo que esta expresado en las páginas de sus diarios. Los ciudadanos por diferentes razones, que van desde la simpatía con el gobierno, por sus raíces peronistas, kirchneristas, por la gestión, por la estabilidad económica, por la recuperación del país y por las tantas medidas que afectan a todo el país. Quizas la lista de razones siga, pero el voto popular ha legitimado a este gobierno, le ha renovado la confianza. Mientras tanto, la oposición sangra por la herida; la corporación mediática, tambien.
Foto y chiste: La Nación
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