jueves, 14 de julio de 2011

¡Qué asco!


Norberto Galasso le escribió una carta abierta a Fito Páez, y Mempo Giardinelli escribió en La Nación analizando su "asco" ante las elecciones porteñas en el diario Página 12. Un recorrido por ambas vertientes y una reflexión sobre el por qué de tanto "escándalo".

OPINIóN
Martín Ciraolo


El asco de Fito Paez siguió rebotando por todos lados. Claro, cómo un tipo de la relevancia que tiene él va a tomar partido o va a 'descalificar' así al electorado porteño que optó por Mauricio Macri el pasado domingo. Pero era hora ya que lo recojan de esta vereda y no de la otra.

Más allá que la metáfora de las veredas sea ilustrativa, el primer asombro al ver el análisis de dos tipos del palo como lo son Norberto Galasso y Mempo Giardinelli, es haber leído a éste último en las páginas de La Nación. Hagamos una recorrida.

El historiador sale al cruce con una carta abierta levantada por Tiempo Argentino. "Estimado Fito: Comprendo tu reacción, tu bronca, tu explosión en caliente, propia de un artista. Pero así como la comprendo no la comparto. No me da asco ese 47% de votos macristas. Me da pena." Fuerte de entrada. Más adelante cita a Jauretche y pone sobre la mesa su terminología de "colonización pedagógica", en referencia a que "las minorías privilegiadas utilizan todo su poder para dominar a los sectores medios, para ponerlos de su lado, para infundirle falsedades".

Descripciones, percepciones y demás calificaciones sobre el electorado macrista, las que ya sabemos o imaginamos sabiendo que Galasso pertenece al campo Nacional y Popular, como por ejemplo que "(...)no les importa que el hospital público no funcione porque tienen medicina prepaga y han sido formados en el individualismo. No les importa que en el Borda se mueran de frío porque tienen estufas de tiro balanceado, no les importa que en las escuelas públicas falten materiales porque sus hijos van a escuelas privadas donde, como “el cliente siempre tiene razón”, aprueban. Además, creen en el dios Mercado –no obstante que el mercado libre del menemismo a muchos los dejó deteriorados o fundidos– pero no comprenden a los sindicalistas y se les eriza la piel cuando lo ven a Moyano. Y bueno, son así, Fito. ¿Qué le vas a hacer? Lo que no justifica tu asco, sino en un momento de bronca."

Hasta ahí nos entendemos, creo. Por eso nuestro entrañable historiador remata a modo de conclusión, con que "hay que ganarlos(...), decirles cómo operan las grandes multinacionales y ciertas embajadas y las corporaciones mediáticas. Los necesitamos, Fito. Comprendo tu bronca, la de un artista. Comprendeme a mí, desde la Historia y la política."

Bien, eso es lo que sostiene Galasso, que analiza desde la política, desde la historía, desde el campo del "conocimiento". La pregunta ahora pasa al por qué. ¿Por qué Fito Paez no puede expresar su asco, su bronca, su ira? ¿En qué modifica a Buenos Aires que Fito Paez salga a hablar? ¿Acaso no tiene que ver con lo que ayer mencionábamos sobre la falta de respuesta 'rabiosa' del Frente Para la Victoria para levantarlo y echárselo encima? Daniel Filmus, por su parte, ya salió a denunciar esa actitud. Esa intención de cargarle esas palabras a su persona o a cualquier funcionario "K". ¿Existen dudas de que no modifica el panorama a nivel nacional aunque Galasso lo afirme al cierre que, CFK va a ganar las primarias y en octubre la presidencia y Giardinelli sostenga que le abrió una esperanza a a la oposición?

No obstante, antes de emitir opinión, veamos que fue lo que expresó Mempo en La Nación (difícil de creer, ¿no?) sobre los dichos del "artista, no político", Giardinelli dixit. "El dolido exabrupto de Fito Páez les funcionó, digamos, como un sincericidio. Les vino como anillo al dedo porque resulta fácil hacer de un cantante popular una hoguera mediática. Les llevó menos de dos días condenarlo e incinerarlo porque escribió la palabra 'asco', que es definida por el Diccionario de la Real Academia Española como 'impresión desagradable causada por algo que repugna'", sentencia, como dijéramos en estos días con otras palabras desde La Pelota al Piso .

A continuación, Mempo intenta hacer una defensa, o mejor dicho en sus términos, un elogio de la palabra asco. Analiza como el asco es más asqueroso cuando un artista como Páez grita enervado contra la pretendida oligárquica clase media y no del ejercicio cotidiano de la prensa hegemónica que se altera con ver la imagen de la Presidenta o leer la letra K. "Si el comentario de Fito, con el que no acuerdo, fue provocador e injusto, entonces el coro de condenación mediática también lo es" aclara el escritor. Y afirma al cierre en la misma línea "Pero acaso sirve para reflexionar acerca de la arbitrariedad de los condenadores mediáticos -algunos, periodistas muy renombrados- cuyas papilas olfativas parecen tan chiquitas como enormes los intereses de quienes les pagan por ese tipo de servicios" (Nota del autor: es raro creer que eso fue escrito en La Nación)

Ahora bien, ya tenemos un panorama más claro con las dos tesis expuestas sobre la mesa. Es cierto, como dice Galasso: tenemos que ganarlos. Tenemos que salir a la calle a hablar con todo el mundo y convencerlos que hay un proyecto, que hay gente capacitada para llevarlo a cabo, que se puede tener una ciudad más justa e igualitaria. Pero la joda en la política es entender al otro, es tratar de ver por qué lado se le entra. Hablando desde la historia y la política, es correcta esa mirada; es correcta esa expresión. Pero sigo convencido de que Paez se siente indignado y tiene derecho a gritarle al par, a ese tipo común que se toma el bondi y va a laburar; a ese tipo que no distingue por que no le interesa distinguir. A ese tipo que es convencido por la idea de la no política, la no ideología, aunque el PRO tenga bien definida en que vereda se sitúa. Se entiende que los comentarios son para ese sector; y no tanto para el tipo, quizás con menos recursos y menor preparado intelectualmente para llevar a cabo un análisis un poco más profundo sobre el macrismo (Nota del autor: aunque sea más inexplicable que gane en la zona sur que es la más postergada de todas! Pero no es el punto que estamos tratando ahora)

Giardinelli no comparte, yo tampoco. Entiendo a Fito, pero no se si esta bien de esa forma. Pero lo entiendo. Y sostengo y estoy convencido que es como Mempo afirma: Fito Paez es un "músico apasionado; no un político". Los que hacen política tienen que salir a hacer política y no lo que hizo Páez, que no es político. La obligación de que la política sea una herramienta para la transformación, para el cambio, para mejorar las condiciones de vida, para crecer, es de los políticos y de los militantes que estan formándose. Por eso Mempo hace un elogio del término asco. Por eso hay que seguir trabajando y convenciendo voluntades. Nada es imposible, y cómo ayer sostuvo Juan Manuel Abal Medina, "no hacemos política para ganar elecciones, ni para tener un legislador o concejal más, sino en favor del pueblo, para transformar Argentina".

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